No existen recetas milagrosas ni pócimas mágicas. Al mismo tiempo, el primer día de trabajo es importante para que compañeros y superiores se hagan una buena radiografía de cómo eres.
No se trata de impresionar a nadie, pero no trates de hacer ver que conoces de temas de los cuales no tienes las más remota idea. A continuación, te damos algunos consejos para garantizarte el éxito en tu primer día de trabajo. Si estás leyendo esto significa que empiezas un nuevo trabajo. Suerte!
Sal con tiempo de casa. Probablemente, no irás con frecuencia a ese lugar, no conocerás al detalle las combinaciones, puede haber retrasos, etc. Va a ser una situación muy incómoda llegar tarde tu primer día. Es recomendable que llegues con una antelación de unos 15 minutos.
Tranquilízate. Ya has superado un proceso de selección, seguramente, competitivo. La empresa ya te ha demostrado que eres tú la persona con la que confía. Ahora demuéstrales tú a ellos, que no se equivocan. Sobretodo, aprende.
Demuestra curiosidad. Te van a contar infinidad de cosas, elementos y detalles del puesto. Debes escuchar, atentamente. Pero demostrará curiosidad y buena predisposición si realizas preguntas más allá de los conocimientos. No te olvides de tomar nota, que no te repitan lo que ya se te ha contado.
Prepara un breve discurso. Ensaya una pequeña presentación sobre quien eres, que hacías antes, cuál serán tus funciones en la nueva empresa. Estate listo cuando tus compañeros te pregunten. Seguro que lo van a hacer.
Observa la toma de decisiones. Analiza la jerarquía de la empresa, conoce como se toman las decisiones, quien manda y a quien reportas, como le gustan las cosas. Cada empresa, se comprende por ideas y metodologías. Intenta entenderlas para poder aportar valor en todas tus acciones.
Sé conservador. No seas provocativo ni en tus comentarios, vestimenta o acciones. Decide si es mejor dar dos besos, dar la mano o un simple saludo. Mantén las distancias, ajústate a la jerarquía de cada uno. Ya tendrás tiempo de romper esas barreras.
Pregunta, pregunta mucho. Es importante que sepas que se espera de ti. No te cortes. Pregúntalo. Eso gusta mucho a los jefes. Al mismo tiempo, te aportará tranquilidad en tu nuevo trabajo.
Silencia tu teléfono móvil. Demuestra a tus superiores que si estás trabajando, estás por el trabajo. Enséñales que para ti el trabajo, no es un espacio de ocio. Se muy prudente al principio.
No trates de impresionar a nadie. No seas demasiado tímido. Tampoco demasiado extrovertido. Se tú, sobretodo, pero se consciente de donde acabas de llegar. Pregunta a tus compañeros y relaciónate con ellos. Que te cuenten historias. Sobretodo, dedícate a escuchar.
Sonríe y disfrútalo. Principalmente, por dos razones. Recuerda que debes estar feliz en tu primer día de trabajo. Valora todo el esfuerzo hasta el momento de lograrlo, por un lado. Por otro lado, sonríe porque se te van a abrir muchas puertas, ya que, la primera impresión de los demás es fundamental.
No te olvides que es tu primer día, no el último día de trabajo. Recuerda no ser demasiado exigente ni duro contigo mismo. Te podría llevar a problemas de exigencia, estrés y, en consecuencia, se podrían generar desconfianzas y problemas.
Sobretodo, recuerda, que vas a empezar a crecer profesionalmente. Tu nuevo trabajo te va a aportar infinidad de experiencias, confesiones, buenos y malos momentos. Siempre, disfrútalo. Todo momento que dejes pasar, ya no volverá. Se feliz en tu nuevo trabajo