¿Qué es y cómo elaborarla?

La EVP, se trata de un conjunto único de beneficios que estás dispuesto a ofrecer al empleado o al candidato como propuesta de valor. Es decir, qué das a cambio del talento que viene a tu empresa para diferenciarte del resto de las organizaciones.  Una EVP debe definir la esencia de su empresa, en qué sentido es única y qué representa. Así, tiene que cubrir los principales motivos por las que las personas se sienten motivadas y orgullosas de trabajar allí como, por ejemplo, su visión inspiradora o su cultura diferencial. ¿Y cuáles son los beneficios de crear una EVP consistente? Si se integra en todos los aspectos del negocio contribuirá a retener a los mejores empleados y a atraer al mejor talento. Estos son algunos consejos para crear una propuesta de valor para el empleado atractiva:

Analiza las percepciones previas

Para desarrollar una EVP sólida y realista, lo primero es conocer qué percepciones tienen tanto el personal existente como los empleados potenciales sobre la marca y la cultura de la empresa. ¿Por qué se sienten atraídos los candidatos por la organización? ¿Cuál es el motivo por el que los empleados actuales creen que la compañía es única? ¿Qué es lo que más valoran de trabajar allí? ¿Por qué se quedan? ¿Y por qué se van? Esta información puede obtenerse a través de encuestas de empleados, focus groups y entrevistas de salida, así como gracias a los comentarios de antiguos empleados y candidatos.

 

Establece los puntos fuertes

Crea un equipo multifuncional para revisar los resultados de la investigación y determinar cuáles son los aspectos de la empresa que más valoran las personas. Utiliza esta información para redactar una EVP, asegurándote de tener en cuenta las siguientes preguntas:

• ¿Está en línea con los objetivos estratégicos?

• ¿Diferencia claramente a la empresa?

• ¿Ofrece una imagen realista de lo que es trabajar en esa empresa?

• ¿Es inspiradora?

• ¿Es lo suficientemente sencilla pero amplia para atraer a diferentes grupos?

Revisa tu EVP con los empleados existentes y con un grupo de muestra del mercado externo para comprobar si expresa adecuadamente por qué alguien querría trabajar en la empresa.

Comunica el mensaje

Una vez definida la EVP, hay que encontrar fórmulas creativas y relevantes para comunicarla a las personas que se quiere atraer. Comienza por difundirla a través de todos los canales de selección, como la página web de la empresa, los anuncios y durante el proceso de entrevistas, para que los candidatos potenciales puedan evaluar si encajarían bien en tu empresa. La comunicación sistemática de una EVP consistente a través de la marca, las relaciones públicas y el marketing también ayudará al mercado laboral pasivo a formarse una percepción positiva sobre el valor de trabajar en tu empresa.

Asegura la coherencia

Los empleados actuales son tu fuente más poderosa de publicidad y desempeñan un papel clave a la hora de atraer talento que encaje con la cultura de la organización. Para cultivar embajadores de marca, los empleados deben ver coherencia en la imagen que se vende externamente y la realidad cotidiana de trabajar en la empresa. Incorpora la EVP a los planes de formación inicial de la empresa, paquetes de beneficios, comunicaciones internas, las políticas y los planes de negocio, de forma que quede plasmada en la operativa diaria de la organización.  Y, por último, revisa tu EVP anualmente para asegurarte de que, a pesar de posibles cambios, sigue reflejando la experiencia de los empleados.