¿TIENES ALGUNA PREGUNTA?
Cuando una entrevista llega a su fin, te ofrecerán la posibilidad de formular alguna pregunta. Tu respue sta siempre debe ser SÍ y te dejamos tres posibles preguntas que puedes hacer para cerrar la entrevista:
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la persona que ocupe el puesto?
¿Cuál es el reto alcanzable a corto plazo, para considerar un éxtio?
¿Cuáles son los siguientes pasos en el proceso?
Formulando estas preguntas conseguirás, en primer lugar demostrar tu interés y motivación para el puesto. Estando concienciado de las principales “amenazas” y retos del día a día del puesto, y que tienes una forma de trabajar encaminada hacia los objetivos, la respuesta del entrevistador/a te dará indicadores sobre como valorarán tu trabajo.
TESTS PSICOTÉCNICOS
Para algunos puestos puede que te tengas que someter a pruebas psicotécnicas que permitan evaluar ciertas habilidades o conocer mejor tu personalidad.
Si estas pruebas te ponen nervioso, puedes practicar en casa algunos test de los que se encuentran gratis en internet para familiarizarte con ellas. Ten en cuenta que no hay respuestas «correctas» para las evaluaciones de personalidad y que no conviene manipular las respuestas intentando contestar lo que crees que gustará más a tu potencial empleador.
¡RECUPERATE!
Si te das cuenta de que has dado una respuesta torpe, lo primero es no dejarte dominar por el pánico, les pasa a los mejores candidatos. Luego, reconoce sinceramente que no has dado la información que
el entrevistador esperaba y pide otra oportunidad para contestar. Si te has quedado totalmente en blanco, quizá será mejor permitir al entrevistador que continúe y, si es posible, enviarle después un correo con la respuesta que te gustaría haber dado.