La innovación en el sector turístico, como en casi todas las áreas económicas, debe ser una obligación, incluso en los momentos de mayor dificultad. De hecho, la apuesta por el I+D+i se considera “todavía más importante en tiempo de crisis”, puesto que supone una oportunidad para obtener una mayor diferenciación y consecuentemente mayores ingresos.
Lamentablemente, el sector del turismo en España no innova todavía como debería en una economía del conocimiento en la que nos encontramos: solamente el 20% de las empresas turísticas españolas disponen de departamento de innovación, I+D+i, o similar, y solo una de cada dos empresas muestra algún interés en introducir un departamento de este tipo. Otro de los datos interesantes que observamos es que las grandes empresas (con facturación superior a los 3 millones de €) son las que más apuestan por la innovación, destinando un porcentaje elevado al I+D+i. Esto puede suponer un problema en un país de PYMES como España.
El Informe de Innovación turística en España, realizado por ESADE, muestra otra serie de datos que llaman la atención: por ejemplo, se aprecia un mayor interés por la innovación por parte de los empresarios españoles… pero al mismo tiempo observamos un descenso del presupuesto (-0,4%) destinado a innovación por los diferentes sectores turísticos en España, en relación a 2016.
Evidentemente, la evolución de la innovación difiere de unos sectores a otros, aunque encontramos algunas similitudes. Por ejemplo, la inversión en TICs (redes sociales, software, prestación de servicios por Internet, gestión en la nube…) sigue siendo el área en el que más foco ha puesto el sector turístico en general en los últimos años, destacando por encima del resto el sector hotelero y el del transporte. La formación y capacitación de los equipos es el segundo elemento más importante de innovación, con especial importancia en restauración y catering y las actividades turísticas.
Por áreas de innovación, según el mismo informe, las actividades más desarrolladas han sido las siguientes:
– Comercialización: publicidad online y venta directa por Internet.
– Tecnologías: equipamiento informático y para la mejora de servicios.
– Reducción de costes: mejora en los procesos y optimización y flexibilización de los recursos humanos.
– Mejora de la marca: innovación en el espacio físico y el ambiente ofrecido, y un enfoque a la experiencia.
– Gestión de personas: Formación técnica y competencias de los recursos humanos.
– Modelo de negocio: ampliación de mercados y análisis de demanda y competencia.