El sector turístico es, sin duda alguna, el principal motor de la economía del país, todavía más, desde que la gran crisis financiera y inmobiliaria ha afectado a la otra gran fuerza económica: la construcción. Al mismo tiempo, el Turismo, es una de las principales fuentes de empleo. Ya es un hecho normal que, durante el mes de Julio, la tasa de desempleo disminuya notablemente. Los turistas llenan las playas, la hostelería se nutre de jóvenes camareros para la temporada, las recepciones de los hoteles se ponen repletas de recepcionistas, y un largo etcétera…
Sin embargo, la competencia va en aumento. En el año 2007, justo antes de que la crisis diera el pistoletazo de salida, la Asociación Española de Directores de Hotel ya expresaba su preocupación por la inexistencia de formación en los profesionales del sector. Se reclamaba mayor formación y, se empezaba a hablar de un concepto, muy conocido hoy en día: Especialización.
Nos encontramos, este año, en un mercado laboral más competitivo, todavía. Los mejores puestos serán para los profesionales mejor adaptados al mercado. Aquellos que hablen idiomas, conozcan bien el negocio de la hostelería y poseen experiencia demostrable, serán los que se llevarán el gato al agua.
Formación profesional y cursos de especialización serán necesarios para entrar a trabajar como cocinero. Las recetas de tu madre pueden ser un buen punto de partida, pero deberías mejorar, a través, de cursos de cocina creativa, cocina vegetariana o aprendiendo a hacer diseño sobre platos. Si lo que tienes es talento, te apasiona la cocina y estás formado, tienes la oportunidad de acceder a las puestos de trabajo mejor pagados, tales como Sommelier, Maître o Chef. Al mismo tiempo, abrir y gestionar tu propio restaurante. Paralelamente, y enfocándonos en otro ámbito del sector turístico, el de las agencias de viaje, prepárate con un curso de agente de viajes o incluso, porque no, en dirección de agencias de viaje.
Lo mismo sucede con los clásicos cicerones. Un buen guía no se limita a pasear turistas, sabe orientarles, aconsejarles y responder a todas sus preguntas sobre el itinerario.
Recepcionista, repostero y organizador de eventos (bodas, bautizos, convenciones, etc…) son otros oficios que se benefician de una buena formación en hostelería.
Con el título de grado universtiario en la mano, las posibilidades de especialización son casi infinitas. Un máster del sector hostelería puede ser una buena inversión de futuro: la probabilidad de desempleo es de un 10,63% entre los titulados universitarios pero desciende a un 0,55% en el caso de los titulados con estudios de posgrado. Dirección y Gestión de Hoteles, Dirección y Consultoría Turística, Organización de Congresos y Eventos, Gestión del Patrimonio Arqueológico, Experto en Patrimonio Cultural o en Turismo de la Tercera Edad… son algunas de las muchas opciones de masters y posgrados.