La entrevista presencial es la fase con más peso en un proceso de selección, viene precedida de dos cribas. La primera es la criba curricular, donde se evalúan los perfiles “sobre el papel” siguiendo en el proceso aquellos perfiles que , a priori, cumplen con todos los requisitos para ocupar la vacante.
La segunda criba es la telefónica, en esta fase se produce un contacto directo entre entrevistador/a y candidato/a, para profundizar brevemente en el perfil postulante, corroborando aquellos aspectos positivos y disipando las dudas o cuestiones específicas.
Los perfiles que superan con éxito las dos primeras cribas curriculares, están en disposición de realizar la entrevista presencial, último escollo a superar para hacerse con el puesto vacante aunque, llegados a este punto, muchos candidatos/as no tienen claro como afrontar una entrevista o que es lo que se espera de ellos en la misma:
- Motivación por ocupar el puesto
Es evidente y se presupone que el candidato/a tiene un interés y motivación real hacia el nuevo puesto de trabajo para el cual ha postulado. La persona que te realiza la entrevista ya sabe que quieres cambiar de trabajo, por ello se ha llegado hasta la entrevista presencial, pero es el momento de demostrar por qué se quiere el nuevo puesto, que puedes aportar, y no de dar explicaciones de por qué quiero dejar mi puesto actual.
- Adecuación de vestuario conforme el puesto a ocupar
Cada vez es más frecuente, sobretodo en los meses estivales, que los candidatos/as no adecúen su forma de vestir a la hora de acudir a la entrevista. En este sentido, las prendas a evitar por norma general son los pantalones cortos, camisetas de tirantes, zapatos abiertos… No se trata de vestir formal ni de etiqueta, simplemente adecuar nuestra forma de vestir al puesto a ocupar ¡vístete como irías a trabajar! 
- Conocer al detalle el CV presentado
Puede parecer una tarea sencilla, ya que, en definitiva se trata de un resumen de nuestras experiencias profesionales. La realidad es que muchos de los candidatos/as no tienen claro al 100% su vida profesional, fechas de inicio y final de experiencia, funciones exactas que se realizaban, procedimientos y softwares utilizados, equipo de trabajo y equipo directivo… ¡mostrar dudas o desconocimiento referente a experiencias pasadas hace saltar las alarmas del entrevistador!
En conclusión, lo que un reclutador/a espera de su entrevistado/a motivación real por ocupar el puesto, ya que en definitiva, es el principal motivo por el cual se ha presentado la candidatura al proceso de selección, la desidia, incerteza o desconexión en las comunicaciones van a derivar en un descarte para el proceso de selección, el reclutador/a no puede depositar su confianza en este tipo de perfiles, por lo que quedarán fuera del proceso de selección.
Como comentábamos anteriormente, la entrevista presencial es una parte fundamental del proceso, debes adecuar tu vestimenta y forma de desenvolverte en la entrevista debe ser el mismo que en un día de trabajo, ya que, en definitiva el entrevistador/a quiere evaluar como te desempeñarás en el puesto.